AHÍ VA LA MULA, “WE LIKE IT”
Gabriel Serrano
Publicación Original en http://moncadalectores.blogspot.com/
“La urgente tarea para nuestra América es darse cuenta de lo que somos, unidos en objetivos y alma, rápidamente triunfando sobre un pasado sofocante, sus manos manchadas solo por la sangre derramada luchando contra la ruina colonial” José Martí
Gabriel Serrano.bmp Ahí va la mula, “we like it” La mula camina, nos gusta, comentan en los pasillos de Washington los descendientes republicanos de los viejos dinosaurios arquitectos de políticas antidemocráticas que datan desde épocas coloniales y que se escudaban tras el concepto absurdo “The Manifest Destiny” proponentes de políticas imperialistas que tuvieron su momento sobresaliente durante la guerra fría. Los líderes republicanos fundamentalistas aplauden el golpe de estado en Honduras, mientras la vieja frase militarista entusiasma a muchos militares Latino Americanos que creen que si esto se cocinó con facilidad en Honduras, el siguiente paso sería copiar la medida e implementarla en otros países del área.
Los norteamericanos confirman lo poco que han conocido a los pueblos de Latino América, a pesar de una larga convivencia. Las lecciones de la historia nos demuestran como el gigante del norte ha ignorado las señales que los estados del sur han enviado a través de las épocas en donde el grito ha sido “solo queremos que se nos deje conducir nuestros países y en segunda instancia, si fuese necesario, aceptaríamos se nos ayude a aprender a hacer buenos gobiernos” la prepotencia histórica del águila del norte ha sido todo lo contrario; se ha menospreciado nuestra capacidad, pisoteando nuestra dignidad de la mano de grupos oligárquicos, viendo en nosotros fuentes de ingreso fácil, y en el proceso por conseguir beneficios económicos los norteamericanos han pisoteado la soberanía de la mayoría de países en Latino América.
En este momento los ultraconservadores republicanos en los Estados Unidos, acompañados de las derechas y grupos oligárquicos en Latino América, se jactan de estar frenando a Hugo Chávez con este golpe de estado en Honduras, y lo que es peor, muchos analistas Latino Americanos aceptan esta teoría, argumentando la supuesta cercanía del presidente Zelaya con el mandatario Venezolano. Utilizando las herramientas económicas tales como el ALBA como señales de ese acercamiento, incluso los proponentes de esta tesis argumentan que Zelaya movía cada día más a Honduras hacia un cinturón socialista que encabeza el presidente Chávez, y llegan a la desfachatez de advertir a otros gobernantes del área de las posibles consecuencias de un acercamiento con las políticas del mandatario Bolivariano; este análisis es demasiado simplista y solo acierta en parte.
La realidad es lamentablemente mucho más grave. El golpe de estado en Honduras demuestra la falta de respeto histórico de parte de los Estados Unidos de América hacia sus vecinos del sur, y esto incluye a todos los pueblos Latino Americanos. Es inaceptable que mentes tan brillantes se encuentren estancadas en tiempos pasados. La línea de pensamiento durante la guerra fría era “El enemigo de mi enemigo es mi amigo” y detrás de este pensamiento Maquiavélico se escondía el cultivo de alianzas ideológicas en busca de contrarrestar al enemigo que representaba la Unión Soviética.
En ese enmarque de la guerra fría Los Estados Unidos, incentivaron, alentaron, cultivaron, financiaron, y aceptaron gustosamente gobiernos autoritarios, con el único requisito de declarar ser anticomunistas. Los tiempos han cambiado, Los pueblos Latino Americanos se cansaron del dominio de los grupos oligárquicos y los han desplazado de tal forma que personajes tales como Chávez, Corea, Morales, Ortega, Zelaya, y últimamente Funes en El Salvador, solo son los escogidos por estos pueblos cansados de tanta injusticia de malos gobiernos, que enriquecieron a grupos oligárquicos mientras la mayoría de la población se sumían en la pobreza.
El golpe de estado en Honduras pone al descubierto la debilidad institucional de los estados Latino Americanos, que en su mayoría nacieron basados en egoísmos de falsos próceres adorados por seudo historiadores creadores de mitos (en Latinoamérica la historia la han hecho los oligarcas). Es justo mencionar el ejemplo excepcional de los gigantes de la integración, Bolívar, Sucre, Martí, Morazán, quienes soñaban con una patria grande al estilo de Los Estados Unidos de Norte América, sueño integrador que fue fracturado por la miopía tonta de aquellos descendientes de los invasores, promotores de falsos nacionalismos, oportunistas quienes buscaban proteger sus haciendas y cuyos principios alejados del concepto real de república no permitió hacer realidad la patria grande.
Los viejos caudillos de aquellos tiempos se arrebataban los gobiernos en guerras sucesivas en las que prevalecían intereses personales y el poder de la fuerza. En épocas recientes la herencia del caudillo se encarnó en los militares Latino Americanos que gobernaron con mano de hierro, y que pisotearon la población de sus territorios asociándose con grupos de criminales para mantenerse en el mando. Este dominio oligárquico-militar contó con el apoyo de Los Estados Unidos, país que escudándose tras la diferencia ideológica con su contraparte la Unión Soviética, ignoró los abusos que sus aliados ejercían sobre sus pueblos.
Esta sucesión de gobiernos militares establecieron regímenes autoritarios junto a grupos oligárquicos que se divorciaron del sentir del pueblo, forzando el surgimiento de grupos revolucionarios que se enfrentaron a los gobiernos militaristas iniciando una cadena de guerras civiles en el área; estas guerras dieron lugar a cambios de sistemas, desplazando a los militares y estableciendo gobiernos civiles que iniciaron el experimento democrático más reciente en la historia de la Humanidad. Este experimento democrático que se encuentra aun en sus primeras etapas del proceso de gestación está siendo forzado al aborto con acciones inaceptables como el reciente golpe de estado oligárquico-militar que aconteció en nuestra vecina Honduras.
Este golpe de estado a despertado el viejo caudillo que duerme en muchos militares Latino Americanos, especialmente cuando grupos oligárquicos alientan, fomentan, promueven, y acompañan estas acciones. Parece que la mula camina, es el pensamiento silencioso de muchos militares que aun no olvidan las lecciones recibidas en West Point, y la Escuela de las Américas durante la guerra fría y que se aferran a sistemas fracasados, alentados por las derechas retrogradas que se niegan a respirar los nuevos aires que soplan por todo nuestro continente.
Los estados Latino Americanos deberían re-analizar su proceder con respecto al golpe de estado en Honduras. Algunos países apenas han acompañado el rechazo como susurrando con miedo y evitando la foto con Manuel Zelaya, como si la negación les hará no ser candidatos de este despertar del militarismo irrespetuoso que repentinamente pica el quiste del autoritarismo que solo ha dormido un par de décadas, y en algunos casos unos pocos años, lo que comprueba que la democracia puede ser violada fácilmente por el poder de las armas.
Los países Latino Americanos carecen en su mayoría de una preparación histórica definida en relación a este tipo de acontecimientos, al parecer nuestra experiencia nos ha preparado mas a una predisposición a aceptar la naturaleza perversa de los golpes de estado. Esta situación es entendible especialmente si se toma en cuenta que los actuales grupos oligárquicos agrupados en las derechas de nuestros países, dueños abusivos de los medios de comunicación, son los herederos de los golpistas de décadas pasadas quienes han sabido utilizar a las fuerzas armadas desconocedoras del mandato constitucional que los sitúa fuera de la participación política o administrativa.
Mejor respuesta se esperaría de los Estados Unidos de Norte América, quienes han pretendido conocer más a los Latino Americanos de lo que ellos mismos se conocen, “Conozco a mis Latinos” argumento Thomas C. Mann Asistente Secretario de Estado para Latino América durante los últimos años de la administración Eisenhower, quien fuera embajador en México; según Mann conocía tanto a los Latinos como para aseverar que “ellos solo entienden dos cosas un peso en el bolsillo y un puntapiés en el trasero” (Smith, Peter H, Talons of the Eagle, 157)
L a posición de los Estados Unidos de Norte América, ante el golpe de estado en Honduras refleja una falta de respeto a sus vecinos del sur, y lo que es peor deja claro que la política exterior de los Estados Unidos no ha cambiado y que sigue viviendo en la sombra de la guerra fría, y que como en esas décadas la preocupación sigue siendo la misma, cualquier cosa que se acerque a socialismo es inaceptable, ahora como en la mayor parte del siglo 20 la respuesta de los Estados Unidos a los golpes de estado parece ser, la aceptación pasiva o la aprobación absoluta, tomando como único requisito que los dictadores deberían oponerse a la ideología comunista. El contexto internacional ha experimentado cambios notables: Ya no existe el pretexto llamado Unión Soviética.
“No veo la razón por la cual debemos hacernos a un lado y permitir que un país se vuelva comunista, debido a la irresponsabilidad de su gente” Henry Kissinger (1970) Estas palabras dichas por el entonces Secretario De Estado deja claro la forma de pensar del gobierno Norte Americano; ¿Será que después de medio siglo nuestros vecinos del norte siguen considerándonos “irresponsables”, o será que ellos no quieren entender que hemos adquirido la madurez política necesaria para tomar nuestras propias decisiones y lo que hemos decidido es un tipo nuevo de gobierno identificado mas con las mayorías desposeídas?.
Los Latino americanos invitamos al gobierno Estadounidense y a sus políticos a volver a analizar sus líneas de pensamiento y a respetar la voluntad de los pueblos, y en relación al golpe de estado en Honduras les recordamos a aquellos que puedan estar pensando que la mula camina, que por mucho que se parezca a Grenada , en nuestra opinión los próximos intentos se pueden parecer mas a la Bahía de Cochinos.
Publicación Original en http://moncadalectores.blogspot.com/
“La urgente tarea para nuestra América es darse cuenta de lo que somos, unidos en objetivos y alma, rápidamente triunfando sobre un pasado sofocante, sus manos manchadas solo por la sangre derramada luchando contra la ruina colonial” José Martí
Gabriel Serrano.bmp Ahí va la mula, “we like it” La mula camina, nos gusta, comentan en los pasillos de Washington los descendientes republicanos de los viejos dinosaurios arquitectos de políticas antidemocráticas que datan desde épocas coloniales y que se escudaban tras el concepto absurdo “The Manifest Destiny” proponentes de políticas imperialistas que tuvieron su momento sobresaliente durante la guerra fría. Los líderes republicanos fundamentalistas aplauden el golpe de estado en Honduras, mientras la vieja frase militarista entusiasma a muchos militares Latino Americanos que creen que si esto se cocinó con facilidad en Honduras, el siguiente paso sería copiar la medida e implementarla en otros países del área.
Los norteamericanos confirman lo poco que han conocido a los pueblos de Latino América, a pesar de una larga convivencia. Las lecciones de la historia nos demuestran como el gigante del norte ha ignorado las señales que los estados del sur han enviado a través de las épocas en donde el grito ha sido “solo queremos que se nos deje conducir nuestros países y en segunda instancia, si fuese necesario, aceptaríamos se nos ayude a aprender a hacer buenos gobiernos” la prepotencia histórica del águila del norte ha sido todo lo contrario; se ha menospreciado nuestra capacidad, pisoteando nuestra dignidad de la mano de grupos oligárquicos, viendo en nosotros fuentes de ingreso fácil, y en el proceso por conseguir beneficios económicos los norteamericanos han pisoteado la soberanía de la mayoría de países en Latino América.
En este momento los ultraconservadores republicanos en los Estados Unidos, acompañados de las derechas y grupos oligárquicos en Latino América, se jactan de estar frenando a Hugo Chávez con este golpe de estado en Honduras, y lo que es peor, muchos analistas Latino Americanos aceptan esta teoría, argumentando la supuesta cercanía del presidente Zelaya con el mandatario Venezolano. Utilizando las herramientas económicas tales como el ALBA como señales de ese acercamiento, incluso los proponentes de esta tesis argumentan que Zelaya movía cada día más a Honduras hacia un cinturón socialista que encabeza el presidente Chávez, y llegan a la desfachatez de advertir a otros gobernantes del área de las posibles consecuencias de un acercamiento con las políticas del mandatario Bolivariano; este análisis es demasiado simplista y solo acierta en parte.
La realidad es lamentablemente mucho más grave. El golpe de estado en Honduras demuestra la falta de respeto histórico de parte de los Estados Unidos de América hacia sus vecinos del sur, y esto incluye a todos los pueblos Latino Americanos. Es inaceptable que mentes tan brillantes se encuentren estancadas en tiempos pasados. La línea de pensamiento durante la guerra fría era “El enemigo de mi enemigo es mi amigo” y detrás de este pensamiento Maquiavélico se escondía el cultivo de alianzas ideológicas en busca de contrarrestar al enemigo que representaba la Unión Soviética.
En ese enmarque de la guerra fría Los Estados Unidos, incentivaron, alentaron, cultivaron, financiaron, y aceptaron gustosamente gobiernos autoritarios, con el único requisito de declarar ser anticomunistas. Los tiempos han cambiado, Los pueblos Latino Americanos se cansaron del dominio de los grupos oligárquicos y los han desplazado de tal forma que personajes tales como Chávez, Corea, Morales, Ortega, Zelaya, y últimamente Funes en El Salvador, solo son los escogidos por estos pueblos cansados de tanta injusticia de malos gobiernos, que enriquecieron a grupos oligárquicos mientras la mayoría de la población se sumían en la pobreza.
El golpe de estado en Honduras pone al descubierto la debilidad institucional de los estados Latino Americanos, que en su mayoría nacieron basados en egoísmos de falsos próceres adorados por seudo historiadores creadores de mitos (en Latinoamérica la historia la han hecho los oligarcas). Es justo mencionar el ejemplo excepcional de los gigantes de la integración, Bolívar, Sucre, Martí, Morazán, quienes soñaban con una patria grande al estilo de Los Estados Unidos de Norte América, sueño integrador que fue fracturado por la miopía tonta de aquellos descendientes de los invasores, promotores de falsos nacionalismos, oportunistas quienes buscaban proteger sus haciendas y cuyos principios alejados del concepto real de república no permitió hacer realidad la patria grande.
Los viejos caudillos de aquellos tiempos se arrebataban los gobiernos en guerras sucesivas en las que prevalecían intereses personales y el poder de la fuerza. En épocas recientes la herencia del caudillo se encarnó en los militares Latino Americanos que gobernaron con mano de hierro, y que pisotearon la población de sus territorios asociándose con grupos de criminales para mantenerse en el mando. Este dominio oligárquico-militar contó con el apoyo de Los Estados Unidos, país que escudándose tras la diferencia ideológica con su contraparte la Unión Soviética, ignoró los abusos que sus aliados ejercían sobre sus pueblos.
Esta sucesión de gobiernos militares establecieron regímenes autoritarios junto a grupos oligárquicos que se divorciaron del sentir del pueblo, forzando el surgimiento de grupos revolucionarios que se enfrentaron a los gobiernos militaristas iniciando una cadena de guerras civiles en el área; estas guerras dieron lugar a cambios de sistemas, desplazando a los militares y estableciendo gobiernos civiles que iniciaron el experimento democrático más reciente en la historia de la Humanidad. Este experimento democrático que se encuentra aun en sus primeras etapas del proceso de gestación está siendo forzado al aborto con acciones inaceptables como el reciente golpe de estado oligárquico-militar que aconteció en nuestra vecina Honduras.
Este golpe de estado a despertado el viejo caudillo que duerme en muchos militares Latino Americanos, especialmente cuando grupos oligárquicos alientan, fomentan, promueven, y acompañan estas acciones. Parece que la mula camina, es el pensamiento silencioso de muchos militares que aun no olvidan las lecciones recibidas en West Point, y la Escuela de las Américas durante la guerra fría y que se aferran a sistemas fracasados, alentados por las derechas retrogradas que se niegan a respirar los nuevos aires que soplan por todo nuestro continente.
Los estados Latino Americanos deberían re-analizar su proceder con respecto al golpe de estado en Honduras. Algunos países apenas han acompañado el rechazo como susurrando con miedo y evitando la foto con Manuel Zelaya, como si la negación les hará no ser candidatos de este despertar del militarismo irrespetuoso que repentinamente pica el quiste del autoritarismo que solo ha dormido un par de décadas, y en algunos casos unos pocos años, lo que comprueba que la democracia puede ser violada fácilmente por el poder de las armas.
Los países Latino Americanos carecen en su mayoría de una preparación histórica definida en relación a este tipo de acontecimientos, al parecer nuestra experiencia nos ha preparado mas a una predisposición a aceptar la naturaleza perversa de los golpes de estado. Esta situación es entendible especialmente si se toma en cuenta que los actuales grupos oligárquicos agrupados en las derechas de nuestros países, dueños abusivos de los medios de comunicación, son los herederos de los golpistas de décadas pasadas quienes han sabido utilizar a las fuerzas armadas desconocedoras del mandato constitucional que los sitúa fuera de la participación política o administrativa.
Mejor respuesta se esperaría de los Estados Unidos de Norte América, quienes han pretendido conocer más a los Latino Americanos de lo que ellos mismos se conocen, “Conozco a mis Latinos” argumento Thomas C. Mann Asistente Secretario de Estado para Latino América durante los últimos años de la administración Eisenhower, quien fuera embajador en México; según Mann conocía tanto a los Latinos como para aseverar que “ellos solo entienden dos cosas un peso en el bolsillo y un puntapiés en el trasero” (Smith, Peter H, Talons of the Eagle, 157)
L a posición de los Estados Unidos de Norte América, ante el golpe de estado en Honduras refleja una falta de respeto a sus vecinos del sur, y lo que es peor deja claro que la política exterior de los Estados Unidos no ha cambiado y que sigue viviendo en la sombra de la guerra fría, y que como en esas décadas la preocupación sigue siendo la misma, cualquier cosa que se acerque a socialismo es inaceptable, ahora como en la mayor parte del siglo 20 la respuesta de los Estados Unidos a los golpes de estado parece ser, la aceptación pasiva o la aprobación absoluta, tomando como único requisito que los dictadores deberían oponerse a la ideología comunista. El contexto internacional ha experimentado cambios notables: Ya no existe el pretexto llamado Unión Soviética.
“No veo la razón por la cual debemos hacernos a un lado y permitir que un país se vuelva comunista, debido a la irresponsabilidad de su gente” Henry Kissinger (1970) Estas palabras dichas por el entonces Secretario De Estado deja claro la forma de pensar del gobierno Norte Americano; ¿Será que después de medio siglo nuestros vecinos del norte siguen considerándonos “irresponsables”, o será que ellos no quieren entender que hemos adquirido la madurez política necesaria para tomar nuestras propias decisiones y lo que hemos decidido es un tipo nuevo de gobierno identificado mas con las mayorías desposeídas?.
Los Latino americanos invitamos al gobierno Estadounidense y a sus políticos a volver a analizar sus líneas de pensamiento y a respetar la voluntad de los pueblos, y en relación al golpe de estado en Honduras les recordamos a aquellos que puedan estar pensando que la mula camina, que por mucho que se parezca a Grenada , en nuestra opinión los próximos intentos se pueden parecer mas a la Bahía de Cochinos.
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