Asimetrias
La sombra de Zedillo Autor: Fausto Fernández Ponte El Presidente Felipe Calderón ha caído en una trampa de su propia hechura ideológica y política y, sobre todo, de sus compromisos con intereses ajenos a los de México y, obvio antojaríase, los mexicanos. La primera trampa resultado de su debilidad política devenida de su carencia de representatividad es la mediocridad intelectual de quienes conforman su gabinete de secretarios de despacho. Esa trampa tiene doble compuerta y muchas de tenazas. A la mediocridad intelectual de quienes conforman su equipo de colaboradores sumaríase otras cortedades, éstas de carácter político. Cierto. Ninguno de sus colaboradores en el primer círculo concéntrico del Poder Ejecutivo posee un sentido político ni mucho menos de los tiempos políticos. No hay, pues, en este gobierno, oficio político. Y esa carencia es más notoria en el secretario del despacho de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, responsable, precisamente, de hacer política. A tan dramát...