FARSA LA CAMPAÑA CONTRA EL NARCO

La campañita contra el narco inventada por Calderón tiene como objetivo ir acostumbrando paulatinamente a la población a ver al ejército en las calles para que cuando más adelante sea necesario reprimir a la población que verdaderamente se oponga al ejército represor, ya no haya voces discordantes. Ahora se utiliza al lúmpen para "protestar" con una evidente campaña de desprestigio en los medios a esas "protestas", así se ha hecho con la famosa "guerra" al narco, así se está haciendo con la campaña de limpieza de la policía, casualmente quien la dirige es García Luna que mucho tiene que ver con las bandas de secuestro, curiosamente muchos de sus allegados están involucrados en delitos de secuestro.
Caderón no se hace el tonto, sabe bién cual es la intención. Como no está legitimado debe recurrir al ejército para mantenerse en el poder, así, se viste ridículamente de militar, les "aumenta" el sueldo, "apapacha" a los altos rangos les hace honores a los "caidos" en la "lucha" y no camina un centímetro sin estar rodeado de militares armados hasta los dientes siguiendo la misma pauta impuesta por los peores dictadores.
Está llevando al país a una dictadura militar disfrazada por ahora. Su verdadero enemigo, a quien realmente teme es al pueblo que ya está harto de tanta explotación, de tanta corrupción, de tanta arbitrariedad y miseria solapada por el gobierno.
Y ahora, los militares violando la Constitución, ya les dan órdenes a las autoridades civiles. Las notas siguientes dan una pauta de hacia donde hemos llegado y lo que nos espera:
Salvador García Soto
Serpientes y Escaleras
19 de febrero de 2009

Militares enojados


La queja en altos mandos castrenses es que son enviados a la guerra contra el narcotráfico con muchas “limitantes” para enfrentar a enemigos cada vez más armados y agresivos ...
Sin embargo, hay otra queja de los militares contra el gobierno civil: la limpia en policías locales, estatales o federales ha sido lenta e ineficiente. Tan lenta que el Ejército tomó en sus manos la “limpia”, y en entidades y municipios la Defensa es la que sugiere o aprueba al jefe de la policía, sea a consulta de alcaldes y gobernadores o por “recomendación” de la Sedena.
En diciembre pasado el general Galván citó a los 81 presidentes municipales de Guerrero, y el secretario “recomendó” a cada alcalde quién debía encargarse de la seguridad municipal.
La Sedena tomó el caso Guerrero en sus manos, luego de que el 21 de diciembre aparecieron los cuerpos decapitados de ocho militares en la carretera a Chilpancingo. Lo mismo ocurrió el pasado 9 de febrero cuando, tras la muerte y tortura del general Tello, los militares tomaron la seguridad en Benito Juárez, Quintana Roo, y se encargaron ellos mismos de las investigaciones y de la captura de los presuntos asesinos.
Así que, mientras el narco lanza una ofensiva “social” contra el Ejército, los generales piden “más elementos” para librar la guerra, y el poder civil retrocede ante su ineptitud y deja su mayor responsabilidad a los militares, los ciudadanos tenemos que acostumbrarnos a ver cada vez más uniformes verde olivo patrullando las calles y combatiendo en ellas.








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Sergio Javier Jiménez Enviado
El Universal
Jueves 19 de febrero de 2009
sergio.jimenez@eluniversal.com.mx

GENERAL ESCOBEDO, N.L.— A un día de que en esta entidad se registraran manifestaciones en contra del Ejército por parte de personas presuntamente contratadas por el crimen organizado, el presidente Felipe Calderón aseguró que su gobierno enfrenta con determinación los problemas, entre ellos el del crimen organizado, y aseguró que, sin titubeos, el Estado cuenta con el apoyo del Presidente de la República.
Para la visita del mandatario federal se desplegaron por aire y por tierra decenas de elementos del Ejército y de la Policía Federal, quienes cercaron las instalaciones industriales que visitó Calderón. Las unidades incluían camionetas y helicópteros artillados, así como soldados con fusiles de alto poder.
Incluso, la calle del hotel donde se hospedó Calderón fue cerrada al tránsito vehicular y peatonal. Toda unidad que se acercaba fue revisada minuciosamente.

El Presidente visitó los municipios de Apodaca y General Escobedo, en donde todos sus traslados los hizo en helicóptero. Acudió a inaugurar dos fábricas, una de computadoras y otra de chocolates, en donde dijo que su gobierno no minimiza la crisis económica y, por el contrario, se trabaja en otorgar certidumbre para los inversionistas.

“Estamos enfrentando con determinación los problemas del país, entre otros el problema de la delincuencia y el crimen organizado. Y lo estamos haciendo precisamente para preservar el estado de derecho en nuestro país por que nuestro objetivo es consolidar a México como un país de leyes, un país que cuente con las mejores condiciones de seguridad para las madres, los padres de familia, sus hijos, pero también a las inversiones establecidas en nuestro país”, dijo Calderón.

El gobernador Natividad González Parás hizo alusión a la delincuencia organizada y a los últimos hechos acontecidos en la entidad al señalar que se dan nuevas formas de manifestación y de participación de los grupos criminales, por ello, añadió, “hemos refrendado nuestro compromiso de ir de la mano con las autoridades federales, municipales y con la sociedad para lograr enfrentarles y para poder desterrar de nuestros escenarios estas circunstancias que afligen a los mexicanos”.

El titular del Ejecutivo centró su mensaje en el tema de las inversiones y la crisis económica y apenas hizo un comentario sobre el tema de la inseguridad.

En materia económica, el mandatario aseguró que la clave en estas circunstancias no es “no tener problemas o desafíos, sino enfrentarlos con determinación, con firmeza, con seguridad en nosotros mismos y superarlos. Esos desafíos son, precisamente, los que muestran el tamaño de las sociedades, de las personas, el tamaño del carácter de una nación o de un individuo”.

Dijo que su gobierno va a seguir actuando “con firmeza, con determinación, con oportunidad, para resolver los desafíos del país, trátese de superar la adversidad económica, de establecer condiciones de plena legalidad y Estado de Derecho o de atraer inversiones”.
De nueva cuenta refirió que México saldrá más rápido de esta situación si cada mexicano asume su propio compromiso y responsabilidad, incluidos especialmente, los gobiernos.
Militares, bajo asedio desde varios frentes
Deserciones, rezago en armas y cuestionados por violaciones a derechos humanos, es parte del panorama que enfrentan







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Jorge Alejandro Medellín
El Universal
Jueves 19 de febrero de 2009
jorge.medellin@eluniversal.com.mx
En los primeros dos años de su gobierno, el presidente Felipe Calderón celebró el Día del Ejército rindiendo homenaje a militares caídos en la lucha contra el narcotráfico, reconociendo el sacrificio de la tropa y anunciando aumentos salariales y mayores estímulos para la milicia activa y en retiro que se había visto “seriamente rezagada”.
Evitar las deserciones —que en 8 años han superado 150 mil bajas—, elevar la moral de los soldados y fortalecer su papel prácticamente como únicos garantes de la seguridad y el orden interno del país eran los objetivos.
Este 19 de febrero, en su tercer encuentro con el Ejército, a medio tramo de su mandato, se hallará un panorama que poco ha cambiado, que sigue presentando rezagos y ahora tiene a la milicia como blanco principal del narco, ya sea a través de fuego real o mediante marchas y protestas aparentemente manipuladas por los cárteles.
El escenario se torna complicado. Los cárteles sofistican su actuación y presencia y han logrado movilizar a ciertos segmentos de la población ofreciendo dinero.
Por otro lado, el Ejército, con sus cerca de 200 mil efectivos, mantiene el apoyo de la mayor parte de la ciudadanía para seguir encabezando la lucha contra las drogas mientras es severamente cuestionado por excesos de militares (detenidos y sujetos a procesos) que han disparado contra civiles.
Al interior de la institución, los aumentos salariales prometidos, quedaron rebasados por la inflación y la crisis económica.
En sus dos primeros años de mando, el general Guillermo Galván ha logrado para la tropa cerca de 2 mil pesos de incremento salarial. También se logró elevar los beneficios para militares y sus familiares a través del ISSFAM, pero de poco servirán a la tropa los 6 mil 101 pesos que se les pagan al mes.
Con lo que hay
Ante una ola de violencia creciente que lo reta constantemente con un poder de fuego en aumento, el Ejército presenta desde 2007 serias limitaciones presupuestales y operativas que quedaron plasmadas en documentos oficiales presentados a legisladores federales por el alto mando en sus primeros encuentros a puerta cerrada.
Se buscaba que apoyaran una modernización que evitara en los próximos cinco años una “degradación” tal del poder militar mexicano fuera “irreversible”, como lo advirtió el secretario de la Defensa (EL UNIVERSAL, 3 de diciembre de 2008, http://www.eluniversal.com.mx/nacion/164161.html).

La otra guerra

El aniversario 96 de la creación del Ejército Mexicano se da en medio de una ofensiva armada y propagandística de los cárteles.
Hace dos semanas, los ataques armados en los que soldados, tenientes y un general en retiro fueron víctimas directas de cárteles, dieron paso a una nueva fase de la respuesta violenta del narco: las marchas, bloqueos y manipulación de civiles en protestas por la presencia del Ejército en sus ciudades.
En 33 años de combate al narcotráfico, el Ejército ha perdido a más de 600 efectivos, entre ellos a tres generales (dos en accidentes aéreos y uno más ejecutado). Los peores años en este rubro han sido los del actual gobierno panista, en donde han caído cerca de 100 militares en lo que va del gobierno.
Derechos humanos y apoyo popular
En ese terreno se mueven hoy las Fuerzas Armadas, acusadas duramente por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de los asesinatos y excesos de sus soldados en retenes y puestos de control para reforzar la lucha antidrogas. Quince recomendaciones a la Defensa en lo que va del sexenio muestran una cara de la moneda.
La otra también es innegable y tiene que ver con el nivel de aprobación de la sociedad mexicana. La segunda Encuesta de Seguridad Nacional dada a conocer hace unos días por el Colectivo de Análisis por la Seguridad con Democracia (Casede), revela que “la población aprueba mayoritariamente la participación del Ejército en tareas de combate al narcotráfico (49% aprueba mucho y 36% aprueba algo), apoyo en caso de desastres naturales (52% aprueba mucho; 32% aprueba algo) e incluso en funciones policiacas (31% aprueba mucho; 38% aprueba algo)”.


Cobardes, quienes quieren replegar al Ejército: Calderón

Durante la celebración del Día del Ejército, el Presidente anunció que las fuerzas armadas seguirán combatiendo a los enemigos del país que atentan contra las instituciones, que asedian a la sociedad y traicionan al país

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