Ni los periodistas a sueldo del gobierno le creen, si no vean esto:

Calderón, más que optimista
México mejor que otros países


Francisco Cárdenas Cruz
Felipe Calderón
Felipe Calderón

Con ese optimismo que lo caracteriza y del que para su infortunio no contagia ni a sus más cercanos colaboradores, ni mucho menos a la inmensa mayoría de mexicanos, el presidente Felipe Calderón aseguró que México es uno de los países con menores niveles de riesgo macroeconómico y financiero que otras economías como las de Chile, Brasil, Rusia Sudáfrica e India, incluso con otras consolidada como las de Japón, Reino Unido y Estados Unidos.
Sólo le faltó agregar que pase lo que pase este año en materia financiera y económica en el mundo, “le hará los mandados” a la economía mexicana.
Y antes de que el escepticismo, las dudas, críticas y mofas cundan, el Ejecutivo Federal anunció que esta mañana dará a conocer el plan anticrisis de su gobierno para hacer frente a lo que vendrá.
Por lo pronto, en una gira de inicio de año nuevo para poner en marcha el tramo Lechería-Cuautitlán del tren suburbano, anteayer lunes, el presidente Calderón anunció que para mitigar los efectos, “mientras dure la crisis”, seguirán “las inversiones sin precedentes en grandes obras de infraestructura en todo el territorio nacional”, así como el impulso a programas sociales y “apoyando a las familias que menos tiene”, fortaleciendo el apoyo al campo, a la educación y a la salud.
Fue evidente su empeño en tratar de mostrarse optimista de cara a la nación ante el arranque de un año que económicamente será difícil por los problemas de una crisis global que ha comenzado a agudizar los que internamente se enfrentan en lo que va del sexenio: desempleo creciente, despidos, falta de inversiones en áreas vitales y un alza generalizada de precios e impuestos y servicios que han puesto en alerta a millones de mexicanos, que distan de tranquilizarse con las declaraciones del mandatario.
Si a eso se suma la inseguridad y brutal violencia del crimen organizado y el narcotráfico que tiene asolados a los habitantes de entidades federativas del norte, centro y sur del territorio nacional, se verá que el panorama sombrío de hoy es una calca del que se percibiera al inicio del 2008 y que a lo largo de ese año originó la muerte de más de cinco mil 700 personas que fueron ejecutadas, decapitadas y descuartizadas por integrantes de los cárteles de la droga con hechos de brutal criminalidad no solamente contra comandantes y jefes policíacos sino también contra elementos del Ejército, como los ocho militares decapitados en Chilpancingo en las postrimerías de diciembre pasado.
El optimismo que el presidente Calderón intenta no contagia a nadie porque la realidad que se vive a lo largo y ancho del territorio nacional, es muy distinta a la que él ve y pretende hacer creer a quienes padecen amenazas, secuestros, “levantones”, torturas y ejecuciones. Ni sus más cercanos colaboradores comparten ese estado de ánimo, convencidos como están de que la realidad que se vive es muy distinta.
Cruz López
Cruz López

Asegurar, como lo hizo anteayer en su gira por el estado de México, que el país está hoy “mucho mejor preparado para enfrentar una crisis económica que en cualquier otra coyuntura crítica en el pasado” y con menores niveles de riesgo que naciones como Chile, Brasil, Rusia, Sudáfrica e India, y aún de economías sólidas como Japón, Gran Bretaña y Estados Unidos, es ir demasiado lejos.
¿O es que ciertamente nuestro país está mejor que todos ellos? ¿Qué Japón, Gran Bretaña y Estados Unidos? y ya no digamos de los otros que mencionó.
¿Habrá que creerle a quien prometió ser “el presidente del empleo” y que en lo que va del sexenio no sólo no ha logrado crear los que ofreció sino que se han perdido muchos más de los que había?
La realidad es una y el optimismo presidencial, otro, muy distinto y muy distante. Sobre todo cuando lo que ocurre en todos los niveles sociales no tiene parecido alguno con lo que resienten las economías familiares, en las que cada vez es más difícil satisfacer los mínimos de bienestar dados los precarios ingresos o la carencia de ellos.
Esta vez, la llamada “cuesta de enero”, puede prolongarse muchos meses más y eso contrastará con el optimismo que el presidente Calderón intenta infundir en la inmensa mayoría de mexicanos y que poco, o nada, le creen.
Decir que México está mejor preparado que otras naciones como las que mencionó el lunes en Cuautitlán, es ir lejos, demasiado lejos, cuando la realidad es otra.


¿ES MÉXICO UN PAÍS DE PRIMER MUNDO, MUY FELIZ Y SIN CRISIS ACTUAL?

Pedro Echeverría V.(Desde Yucatan)

1. El presidente ilegítimo Felipe Calderón (como lo hicieron en sus sexenios Carlos Salinas y Vicente Fox) señaló ayer que México tiene menor riesgo financiero, menor incluso que grandes economías como Japón, Reino Unido y Estados Unidos; que está mejor preparado para enfrentar este año "complejo". Al citar un reporte de noviembre de 2008 de la firma de inversión Merrill Lynch, Calderón señaló que México tiene uno de los menores niveles de riesgo del mundo, y está mejor que economías en desarrollo como Chile, Brasil, Rusia, Sudáfrica e India. Distribuyó una ficha donde señala que México resultó la segunda economía más sólida y con mayor blindaje financiero en una muestra de 44 países. Por todo ello aseguró que "por más difícil que sea la crisis económica, ésta es cíclica y quedará finalmente atrás".
2. Merrill Lynch es la poderosa compañía yanqui que informó a Calderón acerca de la "buena situación económica del país". Esta compañía opera en el mundo con inversiones capitalistas, con subsidiarias y afiliados en diferentes mercados de capitales. Otorga asesorías y gestiona servicios bancarios y de seguros. Lleva los apellidos de sus fundadores y como miles de compañías gringas ha sufrido desfalcos pero también ha llevado a la ruina económica a muchas otras grandes empresas. Se ha informado que hace apenas cuatro meses Merrill Lynch fue salvada de la ruina por el Banco de América, pero que a pesar de ello sigue operando en más de 40 países. ¿Puede el primer mandatario de algún país, responsable de informar a su pueblo con datos lo más fidedignos posibles, usar a una institución imperialista?
3. Pero Calderón está desesperado en cubrir de discursos favorables a su gobierno. A él no le importa, pero lo más grave es que parece que tampoco al pueblo, que la moneda o el peso mexicano se haya devaluado en más de 30 por ciento respecto al Dólar y un porcentaje mucho mayor con relación al Euro. Tampoco le parece a Calderón "menor riesgo" que muchas empresas estén cerrando y que el desempleo se esté agravando cada vez más. ¿En qué mercado de otros países en crisis se venderán los productos mexicanos? ¿Cómo desarrollar el mercado interno si los mexicanos no cuentan con trabajo o con dinero para comprar? Quizá ahora, más que nunca, el dinero de los empresarios y del gobierno, ligados al narcotráfico, tengan una mayor intervención. ¿De dónde salen los dineros para construir gigantescas plazas comerciales donde pocos compran?
4. ¿Puede olvidarse acaso que en 1993, alrededor de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los gobiernos de EEUU y Canadá, el entonces presidente Carlos Salinas (quien puso en su más alto nivel la política neoliberal y privatizadora) buscó sorprender al país al declarar que México se había convertido en un país de primer mundo? Mientras declaraba lo anterior imponía como su sucesor al candidato del PRI a Donaldo Colosio, pero al mismo tiempo en Chiapas faltaban una semanas para el estallido de la rebelión india del EZLN. Este levantamiento y la profunda crisis económica que estalló en diciembre de 1994 vino a demostrar que la "prosperidad" y los "éxitos" de México que Salinas ordenó propagar por todos los medios de información fueron totalmente falsos. Desde entonces Salinas, como Menem, Fujimori y otros, se convirtió para el pueblo en sinónimo de delincuente.
5. A pesar de que los gobernantes quieren esconder la realidad, puede demostrarse que nunca la población mexicana ha salido de su miseria económica. La viene arrastrando generación tras generación y siglo tras siglo. Quienes sí salieron beneficiados con la economía de mercado neoliberal, impuesta a partir de 1982, fueron los sectores minoritarios aliados, o que pudieron asociarse a los dominadores del mercado internacional. Mientras las enormes riquezas se reconcentraban entre unos cuantos magnates del capital, cientos de miles de empresas se declaraban en quiebra incapaces para asociarse y competir. Carlos Slim, Salinas Pliego y toda una nueva camada de multimillonarios, se transformaron en los hombres más ricos del país. Sus secretarios de Hacienda (Aspe) y de Comercio (Serra Puche) y otros más (jefes negociadores del TLC) hoy pertenecen a los grupos privados más poderosos e influyentes del país.
6. ¿Quién no recuerda al presidente desequilibrado Vicente Fox repetir mil veces que en México no había ningún problema, que la población vivía muy feliz y que quienes sostenían lo contrario estaban locos? Quizá por eso muchos ciudadanos mexicanos han pedido que para ser candidato presidencial los interesados deberán presentar documentos de instituciones psiquiátricas para estar más o menos seguros del estado mental del aspirante. Un alto porcentaje de mexicanos críticos en su tiempo denunciamos que Fox era un desequilibrado mental, pero sólo se comprobó cuando las autoridades del Vaticano lo confirmaron. Fox salió de la Presidencia inmensamente rico, pero mucho más todos sus familiares y amigos empresarios que aprovecharon su sexenio. O quizá Fox se hacía pasar por loco, pues en los negocios que hizo demostró estar más cuerdo que sus críticos que creímos que caería del poder.
7. ¿Es Felipe Calderón un desequilibrado mental, como lo fue Fox, por el hecho de repetir informes de compañías gringas de negocios para hacer aparecer a México en mejores condiciones que otros países del mundo para afrontar la crisis? Lo más seguro es que no lo sea, pero sí considerándose muy hábil quiere vernos la cara de tontos. México sufre una profunda crisis desde 1982, desde los años que comenzaron a entregarse ya de manera abierta y rápida los bancos, las industrias, los transportes, las tierras y otros recursos naturales, a los grandes empresarios nacionales y extranjeros. México está en crisis desde que los servicios de salud públicos y la educación pública comenzaron a os comenzaron a sufrir recortes presupuestales para impulsar la salud y la educación privadas. México vive en crisis desde que el desempleo comenzó a crecer, millones de mexicanos comenzaron a cruzar hacia los EEUU y la llamada delincuencia creció enormemente.
8. Pero la crisis que hoy pretende tapar Calderón con demagogia todavía no se demuestra ni se presenta en toda su plenitud. La crisis no viene del cielo por una maldición divina, sino que la construyen los gobiernos con sus políticas empresariales. Son crisis ocasionadas por la producción capitalista de artículos que no se venden porque el pueblo no tiene para comprar. ¿Para qué producir más casas, más tarjetas de crédito, otorgar más préstamos, más y más cosas, sino no hay quien las consuma? Las bodegas están llenas con productos que luego se tiran, se esconden, se descomponen, mientras la población muere de hambre. Si Calderón tiene razón habría que preguntarle: ¿porque mantiene a cientos de miles de miembros del ejército y policías en las calles como permanente amenaza de un Estado de sitio? En México no llegará la crisis, como dice Calderón; no llegará porque desde hace más de 25 años está adentro, en el México profundo.

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