UNIDAD NACIONAL Y REPRESION
UNIDAD NACIONAL Y REPRESION.
Mensaje de Salvador Castañeda O´connor, Director de la revista “Unidad Comunista” al “Encuentro de las luchas de resistencia en Baja California”.
Mexicali, B.C., 26 de octubre de 2008.
Compañeras y compañeros:
Desde Tepic, Nayarit les envío un fraternal y caluroso saludo a todos los compañeros asistentes a ese importante Encuentro de las luchas de resistencia en Baja California.
Confundiendo la magia con la política, el gobierno pretende rescatar la educación del estado ruinoso en que se encuentra, haciendo un pacto con sus subordinados, los dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, y con ello resolver los graves problemas que confronta nuestro país que ha sido despojado de su independencia y soberanía por el imperialismo norteamericano, y que arrastra una población que padece pobreza y desigualdad, como nunca antes en la historia.
Todo mundo sabemos que la educación es una súper estructura y que por tanto no podrá superar la crisis que padece mientras no desaparezca el sistema capitalista.
Todo mundo sabe, además, que las grandes deficiencias conceptuales y materiales de que adolecía la educación en la época porfirista no fueron superadas sino hasta el triunfo de la Revolución Mexicana de 1910-1917.
A partir del Presidente Obregón se empezó a construir un nuevo sistema educativo de carácter nacionalista, popular y democrático hasta concluir con la Escuela Rural Mexicana, el funcionamiento de un conjunto de escuelas normales, la creación, en tiempos del Presidente Cárdenas, de los internados de primera enseñanza para hijos del Ejército, de los internados de segunda enseñanza para hijos de trabajadores y la fundación del Instituto Politécnico Nacional, al tiempo que se repartía la tierra entre los campesinos, se garantizaban los derechos de la clase obrera y se decretaba la expropiación petrolera.
De alguna manera, los tres premios Nobel que nacieron en México son producto de la Revolución Mexicana y su sistema educativo, como lo fueron también los grandes pintores, muralistas, músicos, literatos y cineastas que tanto prestigio le dieron a nuestro país.
Ya en su tiempo el fundador del neoliberalismo en México, Ernesto Zedillo, trato de impulsar lo que él llamo la revolución educativa, pero el único acto “revolucionario” que se recuerda fue la toma militar de la Escuela Normal Superior de la ciudad de México. En el país siguió imperando la mediocridad entre los intelectuales y artistas encabezados por los historiadores, novelistas y maricones de Televisa. Verdaderos parásitos de la sociedad.
La llamada “Alianza por la Calidad de la Educación” (ACE) no es sino un documento suscrito fundamentalmente por el gobierno y el SNTE, que pretende entregarle a la iniciativa privada, en detrimento del propio SNTE, tareas tan importantes como la selección de los maestros y la evaluación de su trabajo profesional. Frente a esa maniobra, los maestros de Morelos y de otras entidades se han movilizado para elevar con fuerza y gallardía su protesta contra las autoridades educativas del país y contra su propio Sindicato. Ha sido una movilización vigorosa pero pacífica, porque la ACE es un instrumento que además de ineficaz, lesiona derechos fundamentales de los trabajadores de la educación consignados en la legislación laboral y en la Constitución General de la Republica.
La señora Elba Esther Gordillo, en lugar de apoyar la justa lucha de los maestros en Morelos agremiados a su Sindicato, se pronunció en su contra, denostándolos y calumniándolos en un evento que tuvo lugar en la ciudad de Hermosillo, que se destacó por los altos niveles de corrupción y de chantaje.
En el marco de este acto de la más pura esencia corporativista, la señora Elba Esther Gordillo exaltó primero la unidad indestructible entre el SNTE y el gobierno para darse a continuación el lujo de hacer un llamado a sus agremiados para que no permitan que la sección magisterial del estado de Morelos “…única entre todas las secciones del Sindicato…”dijo, “…sea la causa de un estallido social en nuestro país…” y denunció que ese movimiento de Morelos está contaminado con la presencia de elementos de las FARC y de Hugo Chávez.
En el pasado, la cantaleta del imperialismo y de sus gobiernos títeres en América Latina, era la de calificar de comunista todo movimiento de rebeldía o de protesta que pretendiera mejorar las condiciones de vida del pueblo y ampliar el campo democrático. Los comunistas éramos acusados de recibir el “oro de Moscú” y de sustentar “ideas exóticas” para atentar contra las instituciones democráticas. Toda protesta popular era señalada como parte de la “conspiración comunista internacional”.
El Senador Macarty, de muy ingrata memoria, se dedicó a perseguir a muchas personalidades del campo democrático de los Estados Unidos, acusándolos de comunistas aún cuando se tratara de científicos de renombre, como los esposos Rosemberg que fueron electrocutados después de que en un juicio escandalosamente parcial, fueron encontrados culpables de espionaje.
Charles Chaplin, el más ilustre cineasta de todas las épocas, fue expulsado prácticamente de los Estados Unidos. La persecución macartista era tan feroz y despiadada que muchos norteamericanos honorables e inocentes de los cargos que se les imputaban, optaron por el suicidio. Arthur Miller renombrado escritor norteamericano denunció estos hechos en una obra memorable: “Las Brujas de Salem”.
Desaparecida la Unión Soviética, la señora Gordillo ya no puede acusar a los movimientos de resistencia popular de pro–soviéticos. Ahora acude a “conspiradores” más modestos, como pudieran ser las FARC y el Presidente Chávez. Pero los métodos persecutorios, intolerantes y fascistas son los mismos que empleaba el Senador Macarty en los tiempos heroicos de la postguerra, de Harry S. Truman y de Eisenhower.
Macarty y sus secuaces en los Estados Unidos y en México no tuvieron razón de acusar a los comunistas y gentes democráticas de recibir el “oro de Moscú”. Prueba de ello es que desaparecida la Unión Soviética, viejas y nuevas generaciones de comunistas estamos aún en la lucha y nos mantenemos fieles a la doctrina universal de Carlos Marx, Federico Engels y al legado patriótico de Miguel Hidalgo.
Lo que no dice la señora Gordillo es que los maestros del estado de Morelos recibieron el apoyo de los padres de familia y de todos los pueblos de la entidad en su resistencia contra la agresión desproporcionada de que fueron victimas por parte de las fuerzas policiales y militares del estado y de la Federación. Esa fuerza descomunal empleada contra los maestros y la población morelense nunca ha sido desplegada para combatir al narcotráfico y a la llamada delincuencia organizada. Parece mentira que Felipe de Jesús (Calderón) haya desplegado una represión masiva contra los maestros y el pueblo de Morelos, cuando unos días antes se había condolido públicamente de la matanza de estudiantes en Tlaltelolco.
Por lo pronto, la unidad del SNTE con sus patrones, que son precisamente los herederos de los cristeros, de aquellos que desorejaban y asesinaban a los maestros, quedó asegurada con la entrega que Elba Esther les hizo a algunos de los dirigentes del Sindicato, de cientos de vehículos cuyo valor en el mercado es superior al medio millón de pesos cada uno y que fueron proporcionados por el gobierno ante gestiones de la Presidenta Vitalicia.
Es justa la lucha de los maestros de Morelos, acusados de subversivos y disolutos, porque pelean por los derechos laborales que pretende desconocer la famosa “Alianza para la Calidad de la Educación”, como son sus derechos escalafonarios y de antigüedad. Es más bien la señora Gordillo la que pretende destruir al Sindicato, sumiéndolo en la corrupción más espantosa y permitiendo que se otorguen, sin la participación del Sindicato, las plazas disponibles mediante los exámenes de oposición que aplican instituciones ajenas al gremio, lo mismo que la evaluación del trabajo desempeñado por los maestros.
Si el Sindicato ya no tendrá participación en la distribución de las plazas disponibles ni en la evaluación del desempeño magisterial, su único destino será su próxima desaparición y con él una antigua tradición de lucha que se inició en los años veintes del siglo pasado con la formación del primer Sindicato de maestros en el Distrito Federal, bajo la tesis Lombardista de que el Estado es patrón y que continuó con incontables jornadas a favor de los derechos fundamentales de los maestros y de la clase obrera.
En adelante, si se les juzga por los vehículos que usan, que la señora Gordillo reclama que sean blindados, ya no habrá ninguna diferencia entre los maestros y los narcotraficantes.
En tanto que en la ciudad de Hermosillo se pactaba la unidad entre los dirigentes magisteriales y los explotadores de los maestros, en la ciudad de México pocos días después se pactaba algo más importante y trascendental: la tan anhelada Unidad Nacional, que no es otra cosa que la unidad de todos los partidos políticos registrados.
Los partidos representados en el Senado de la Republica decidieron aprobar por unanimidad los dictámenes sobre las iniciativas de reforma energética propuestas por Felipe Calderón, por el PRI y por el Frente Amplio Progresista, mientras que en la Cámara de Diputados todos los partidos aprobaron también por unanimidad la Ley de Ingresos de la Federación del año próximo, aprobando con ello buena parte de la política económica del régimen, cuyo merito principal es el de mantener en la miseria a más de la mitad de la población. Al finalizar la sesión, todos los diputados terminaron cantando a coro y con entusiasmo “patriótico” las estrofas de nuestro Himno Nacional.
Ya desde el atentado del 15 de septiembre en Morelia, el gobierno empezó a convocar a la Unidad Nacional, que es el recurso que en México han utilizado los usurpadores, como lo fue Victoriano Huerta, para tratar de apaciguar a los inconformes, a quienes les niegan legitimidad, y a los revolucionarios.
En el congreso nazi de Munich se dijo: “Alemania es una sola y tiene una sola voluntad: la del Adolfo Hitler”, descalificando con ello la lucha de clases y la rebeldía de los explotados y sojuzgados por el nazismo.
Lo que no logró el atentado criminal de Morelia, el 15 de septiembre pasado, sí lo hizo la crisis financiera de los Estados Unidos: unir a los partidos registrados en un solo pensamiento de acción en torno a la gestión “patriótica” del Presidente de la República, que ha quedado finalmente legitimado por el Congreso. Del “Presidente Espurio” ya ni quien se acuerde. Su mandato ha quedado asegurado, al menos que a Obama se le ocurra destituirlo como Virrey o como simple encargado de los intereses norteamericanos en nuestro país.
Los diputados y senadores del PRD han expresado con cierto triunfalismo que gracias a su capacidad negociadora se ha logrado quitarle el filo privatizador a las iniciativas de Felipe Calderón.
Dicen que la legislación modificada por ellos garantizará que se paguen en efectivo los servicios y obras múltiples que contrate PEMEX con particulares para que exploren y extraigan los hidrocarburos, sin que se comprometan ni la renta petrolera ni los hidrocarburos propiedad de la Nación, porque desde el momento en que se acuerden dichas obras y servicios se establecerá la contraprestación que PEMEX les pagará a dichos particulares, incluidos los extranjeros, las cuales se adjudicarán directamente y sin necesidad de licitación o concurso.
Lo que no dicen es que el párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución de manera rigurosa y estricta ordena que: “Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado, y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos en los términos de la Ley reglamentaria respectiva.”
Dicen que está garantizado el sector estratégico de PEMEX, pero lo que no dicen es que de acuerdo con la Constitución no pueden privatizarse ni los sectores estratégicos ni los no estratégicos. Eso de dividir la economía en sectores estratégicos y no estratégicos es un invento de los neoliberales que se introdujo en nuestra legislación para permitir la participación de los particulares en algunas empresas ya nacionalizadas, como sucedió con los bancos.
Dicen, finalmente, que gracias a su decisión de intervenir en las negociaciones dentro de las comisiones del Congreso de la Unión se pudo impedir la privatización parcial o total de PEMEX en transporte, almacenamiento y refinación de hidrocarburos, cuando en realidad fueron el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional quienes, después de la crisis financiera internacional, hicieron un llamado a todos los Estados socios a intervenir en la economía para corregir las fallas del mercado y cuando los propios Estados Unidos se proponen nacionalizar buena parte de las instituciones financieras de su país.
Lo más grave es lo que no dicen: que la industria petrolera nacional seguirá siendo manejada por un agente de las empresas transnacionales como lo es el señor Calderón.
Frente a todo lo anterior, a los mexicanos nos queda todavía un recurso: entregarle el poder, la industria petrolera y el control de toda la economía del país a la clase obrera.
Mensaje de Salvador Castañeda O´connor, Director de la revista “Unidad Comunista” al “Encuentro de las luchas de resistencia en Baja California”.
Mexicali, B.C., 26 de octubre de 2008.
Compañeras y compañeros:
Desde Tepic, Nayarit les envío un fraternal y caluroso saludo a todos los compañeros asistentes a ese importante Encuentro de las luchas de resistencia en Baja California.
Confundiendo la magia con la política, el gobierno pretende rescatar la educación del estado ruinoso en que se encuentra, haciendo un pacto con sus subordinados, los dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, y con ello resolver los graves problemas que confronta nuestro país que ha sido despojado de su independencia y soberanía por el imperialismo norteamericano, y que arrastra una población que padece pobreza y desigualdad, como nunca antes en la historia.
Todo mundo sabemos que la educación es una súper estructura y que por tanto no podrá superar la crisis que padece mientras no desaparezca el sistema capitalista.
Todo mundo sabe, además, que las grandes deficiencias conceptuales y materiales de que adolecía la educación en la época porfirista no fueron superadas sino hasta el triunfo de la Revolución Mexicana de 1910-1917.
A partir del Presidente Obregón se empezó a construir un nuevo sistema educativo de carácter nacionalista, popular y democrático hasta concluir con la Escuela Rural Mexicana, el funcionamiento de un conjunto de escuelas normales, la creación, en tiempos del Presidente Cárdenas, de los internados de primera enseñanza para hijos del Ejército, de los internados de segunda enseñanza para hijos de trabajadores y la fundación del Instituto Politécnico Nacional, al tiempo que se repartía la tierra entre los campesinos, se garantizaban los derechos de la clase obrera y se decretaba la expropiación petrolera.
De alguna manera, los tres premios Nobel que nacieron en México son producto de la Revolución Mexicana y su sistema educativo, como lo fueron también los grandes pintores, muralistas, músicos, literatos y cineastas que tanto prestigio le dieron a nuestro país.
Ya en su tiempo el fundador del neoliberalismo en México, Ernesto Zedillo, trato de impulsar lo que él llamo la revolución educativa, pero el único acto “revolucionario” que se recuerda fue la toma militar de la Escuela Normal Superior de la ciudad de México. En el país siguió imperando la mediocridad entre los intelectuales y artistas encabezados por los historiadores, novelistas y maricones de Televisa. Verdaderos parásitos de la sociedad.
La llamada “Alianza por la Calidad de la Educación” (ACE) no es sino un documento suscrito fundamentalmente por el gobierno y el SNTE, que pretende entregarle a la iniciativa privada, en detrimento del propio SNTE, tareas tan importantes como la selección de los maestros y la evaluación de su trabajo profesional. Frente a esa maniobra, los maestros de Morelos y de otras entidades se han movilizado para elevar con fuerza y gallardía su protesta contra las autoridades educativas del país y contra su propio Sindicato. Ha sido una movilización vigorosa pero pacífica, porque la ACE es un instrumento que además de ineficaz, lesiona derechos fundamentales de los trabajadores de la educación consignados en la legislación laboral y en la Constitución General de la Republica.
La señora Elba Esther Gordillo, en lugar de apoyar la justa lucha de los maestros en Morelos agremiados a su Sindicato, se pronunció en su contra, denostándolos y calumniándolos en un evento que tuvo lugar en la ciudad de Hermosillo, que se destacó por los altos niveles de corrupción y de chantaje.
En el marco de este acto de la más pura esencia corporativista, la señora Elba Esther Gordillo exaltó primero la unidad indestructible entre el SNTE y el gobierno para darse a continuación el lujo de hacer un llamado a sus agremiados para que no permitan que la sección magisterial del estado de Morelos “…única entre todas las secciones del Sindicato…”dijo, “…sea la causa de un estallido social en nuestro país…” y denunció que ese movimiento de Morelos está contaminado con la presencia de elementos de las FARC y de Hugo Chávez.
En el pasado, la cantaleta del imperialismo y de sus gobiernos títeres en América Latina, era la de calificar de comunista todo movimiento de rebeldía o de protesta que pretendiera mejorar las condiciones de vida del pueblo y ampliar el campo democrático. Los comunistas éramos acusados de recibir el “oro de Moscú” y de sustentar “ideas exóticas” para atentar contra las instituciones democráticas. Toda protesta popular era señalada como parte de la “conspiración comunista internacional”.
El Senador Macarty, de muy ingrata memoria, se dedicó a perseguir a muchas personalidades del campo democrático de los Estados Unidos, acusándolos de comunistas aún cuando se tratara de científicos de renombre, como los esposos Rosemberg que fueron electrocutados después de que en un juicio escandalosamente parcial, fueron encontrados culpables de espionaje.
Charles Chaplin, el más ilustre cineasta de todas las épocas, fue expulsado prácticamente de los Estados Unidos. La persecución macartista era tan feroz y despiadada que muchos norteamericanos honorables e inocentes de los cargos que se les imputaban, optaron por el suicidio. Arthur Miller renombrado escritor norteamericano denunció estos hechos en una obra memorable: “Las Brujas de Salem”.
Desaparecida la Unión Soviética, la señora Gordillo ya no puede acusar a los movimientos de resistencia popular de pro–soviéticos. Ahora acude a “conspiradores” más modestos, como pudieran ser las FARC y el Presidente Chávez. Pero los métodos persecutorios, intolerantes y fascistas son los mismos que empleaba el Senador Macarty en los tiempos heroicos de la postguerra, de Harry S. Truman y de Eisenhower.
Macarty y sus secuaces en los Estados Unidos y en México no tuvieron razón de acusar a los comunistas y gentes democráticas de recibir el “oro de Moscú”. Prueba de ello es que desaparecida la Unión Soviética, viejas y nuevas generaciones de comunistas estamos aún en la lucha y nos mantenemos fieles a la doctrina universal de Carlos Marx, Federico Engels y al legado patriótico de Miguel Hidalgo.
Lo que no dice la señora Gordillo es que los maestros del estado de Morelos recibieron el apoyo de los padres de familia y de todos los pueblos de la entidad en su resistencia contra la agresión desproporcionada de que fueron victimas por parte de las fuerzas policiales y militares del estado y de la Federación. Esa fuerza descomunal empleada contra los maestros y la población morelense nunca ha sido desplegada para combatir al narcotráfico y a la llamada delincuencia organizada. Parece mentira que Felipe de Jesús (Calderón) haya desplegado una represión masiva contra los maestros y el pueblo de Morelos, cuando unos días antes se había condolido públicamente de la matanza de estudiantes en Tlaltelolco.
Por lo pronto, la unidad del SNTE con sus patrones, que son precisamente los herederos de los cristeros, de aquellos que desorejaban y asesinaban a los maestros, quedó asegurada con la entrega que Elba Esther les hizo a algunos de los dirigentes del Sindicato, de cientos de vehículos cuyo valor en el mercado es superior al medio millón de pesos cada uno y que fueron proporcionados por el gobierno ante gestiones de la Presidenta Vitalicia.
Es justa la lucha de los maestros de Morelos, acusados de subversivos y disolutos, porque pelean por los derechos laborales que pretende desconocer la famosa “Alianza para la Calidad de la Educación”, como son sus derechos escalafonarios y de antigüedad. Es más bien la señora Gordillo la que pretende destruir al Sindicato, sumiéndolo en la corrupción más espantosa y permitiendo que se otorguen, sin la participación del Sindicato, las plazas disponibles mediante los exámenes de oposición que aplican instituciones ajenas al gremio, lo mismo que la evaluación del trabajo desempeñado por los maestros.
Si el Sindicato ya no tendrá participación en la distribución de las plazas disponibles ni en la evaluación del desempeño magisterial, su único destino será su próxima desaparición y con él una antigua tradición de lucha que se inició en los años veintes del siglo pasado con la formación del primer Sindicato de maestros en el Distrito Federal, bajo la tesis Lombardista de que el Estado es patrón y que continuó con incontables jornadas a favor de los derechos fundamentales de los maestros y de la clase obrera.
En adelante, si se les juzga por los vehículos que usan, que la señora Gordillo reclama que sean blindados, ya no habrá ninguna diferencia entre los maestros y los narcotraficantes.
En tanto que en la ciudad de Hermosillo se pactaba la unidad entre los dirigentes magisteriales y los explotadores de los maestros, en la ciudad de México pocos días después se pactaba algo más importante y trascendental: la tan anhelada Unidad Nacional, que no es otra cosa que la unidad de todos los partidos políticos registrados.
Los partidos representados en el Senado de la Republica decidieron aprobar por unanimidad los dictámenes sobre las iniciativas de reforma energética propuestas por Felipe Calderón, por el PRI y por el Frente Amplio Progresista, mientras que en la Cámara de Diputados todos los partidos aprobaron también por unanimidad la Ley de Ingresos de la Federación del año próximo, aprobando con ello buena parte de la política económica del régimen, cuyo merito principal es el de mantener en la miseria a más de la mitad de la población. Al finalizar la sesión, todos los diputados terminaron cantando a coro y con entusiasmo “patriótico” las estrofas de nuestro Himno Nacional.
Ya desde el atentado del 15 de septiembre en Morelia, el gobierno empezó a convocar a la Unidad Nacional, que es el recurso que en México han utilizado los usurpadores, como lo fue Victoriano Huerta, para tratar de apaciguar a los inconformes, a quienes les niegan legitimidad, y a los revolucionarios.
En el congreso nazi de Munich se dijo: “Alemania es una sola y tiene una sola voluntad: la del Adolfo Hitler”, descalificando con ello la lucha de clases y la rebeldía de los explotados y sojuzgados por el nazismo.
Lo que no logró el atentado criminal de Morelia, el 15 de septiembre pasado, sí lo hizo la crisis financiera de los Estados Unidos: unir a los partidos registrados en un solo pensamiento de acción en torno a la gestión “patriótica” del Presidente de la República, que ha quedado finalmente legitimado por el Congreso. Del “Presidente Espurio” ya ni quien se acuerde. Su mandato ha quedado asegurado, al menos que a Obama se le ocurra destituirlo como Virrey o como simple encargado de los intereses norteamericanos en nuestro país.
Los diputados y senadores del PRD han expresado con cierto triunfalismo que gracias a su capacidad negociadora se ha logrado quitarle el filo privatizador a las iniciativas de Felipe Calderón.
Dicen que la legislación modificada por ellos garantizará que se paguen en efectivo los servicios y obras múltiples que contrate PEMEX con particulares para que exploren y extraigan los hidrocarburos, sin que se comprometan ni la renta petrolera ni los hidrocarburos propiedad de la Nación, porque desde el momento en que se acuerden dichas obras y servicios se establecerá la contraprestación que PEMEX les pagará a dichos particulares, incluidos los extranjeros, las cuales se adjudicarán directamente y sin necesidad de licitación o concurso.
Lo que no dicen es que el párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución de manera rigurosa y estricta ordena que: “Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado, y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos en los términos de la Ley reglamentaria respectiva.”
Dicen que está garantizado el sector estratégico de PEMEX, pero lo que no dicen es que de acuerdo con la Constitución no pueden privatizarse ni los sectores estratégicos ni los no estratégicos. Eso de dividir la economía en sectores estratégicos y no estratégicos es un invento de los neoliberales que se introdujo en nuestra legislación para permitir la participación de los particulares en algunas empresas ya nacionalizadas, como sucedió con los bancos.
Dicen, finalmente, que gracias a su decisión de intervenir en las negociaciones dentro de las comisiones del Congreso de la Unión se pudo impedir la privatización parcial o total de PEMEX en transporte, almacenamiento y refinación de hidrocarburos, cuando en realidad fueron el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional quienes, después de la crisis financiera internacional, hicieron un llamado a todos los Estados socios a intervenir en la economía para corregir las fallas del mercado y cuando los propios Estados Unidos se proponen nacionalizar buena parte de las instituciones financieras de su país.
Lo más grave es lo que no dicen: que la industria petrolera nacional seguirá siendo manejada por un agente de las empresas transnacionales como lo es el señor Calderón.
Frente a todo lo anterior, a los mexicanos nos queda todavía un recurso: entregarle el poder, la industria petrolera y el control de toda la economía del país a la clase obrera.
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