¿Terrorismo y terroristas en México?
No hay otra forma que describir lo que está pasando en Sinaloa estos días: ese estado se encuentra en una guerra abierta y sangrienta entre diferentes grupos de narcotraficantes.
Presuntos sicarios del narcotráfico se enfrentaron, y en esa lucha uno de los grupos hizo estallar un carro-bomba con tres recipientes con gas. No hubo ciudadanos heridos en esta ocasión. En este evento había un total de cuatro carros-bomba. En otro hecho fueron asesinadas ocho personas (entre ellas tres niñas de entre 13 y 15 años) que esperaban la luz verde en sus carros, y además hubo una toma de rehenes en un restaurante por un grupo de sicarios después de que éstos asesinaron a un comandante.
Otra información que surgió esta semana debería de ponernos a todos los pelos de punta. Según un reporte de la agencia antidrogas estadounidense, DEA, reflejado en una nota de EL UNIVERSAL, sicarios de los cárteles del Golfo y de Sinaloa son enviados a Irán, donde son capacitados en el manejo efectivo de armas y explosivos. Pero ahí no acaban las malas noticias: estos grupos de crimen organizado han “contratado capacitadores iraníes para capacitar a sicarios en campos que tienen en la frontera de México con Estados Unidos”.
Ahora, yo me imagino que algunos de ustedes sospecharán de la veracidad de esta información por el hecho de que proviene del gobierno de Estados Unidos, que es uno de los países que en este momento se encuentran en un enfrentamiento abierto con el gobierno iraní por su decisión de continuar con su programa de desarrollo de energía nuclear, que muchos temen será para uso bélico, no energético, como los iraníes afirman.
En un reportaje especial para mi programa de televisión Seguridad Total, varios expertos expresaron su preocupación ante la posibilidad de que México empezara a sufrir atentados terroristas. El ex director de la Unidad Antiterrorista de la CIA, Robert Grenier, nos comentó que “hay muchas razones para estar preocupados. Existen grandes organizaciones que tienen muchas capacidades y me parece que es solamente una cuestión de tiempo para que cambien sus tácticas, de que vayan de actividades criminales a algo que sea mucho más cercano a lo que se podría definir como terrorismo”.
México está en una situación delicada. Los diferentes grupos de crimen organizado se sienten acorralados, ya sea por las acciones del gobierno o por la competencia intestina y mortal que existe con otros grupos que compiten por rutas y espacios. Están masacrando a la población y tomando rehenes. No debe sorprendernos que ahora el crimen organizado use carros-bomba. Todas son actividades que usan los terroristas para amedentrar a la población.
En el caso de Sinaloa, los ciudadanos son escudos humanos. Y la posibilidad de que capacitadores vengan a México para proporcionar conocimientos en tácticas terroristas tampoco debería sorprendernos.
El problema fundamental es que, al igual que todos los delitos en este país, se puede masacrar a menores, se puede hacer uso de carros-bomba y se puede tomar rehenes, y no pasa nada. Entonces, ¿por qué nos sorprendería que terroristas vinieran a México a dar clases, como pasa en otras partes del mundo? ¿Quién los va a detener?
www.anamariasalazar
salazaropina@aol.com
Analista política
Presuntos sicarios del narcotráfico se enfrentaron, y en esa lucha uno de los grupos hizo estallar un carro-bomba con tres recipientes con gas. No hubo ciudadanos heridos en esta ocasión. En este evento había un total de cuatro carros-bomba. En otro hecho fueron asesinadas ocho personas (entre ellas tres niñas de entre 13 y 15 años) que esperaban la luz verde en sus carros, y además hubo una toma de rehenes en un restaurante por un grupo de sicarios después de que éstos asesinaron a un comandante.
Otra información que surgió esta semana debería de ponernos a todos los pelos de punta. Según un reporte de la agencia antidrogas estadounidense, DEA, reflejado en una nota de EL UNIVERSAL, sicarios de los cárteles del Golfo y de Sinaloa son enviados a Irán, donde son capacitados en el manejo efectivo de armas y explosivos. Pero ahí no acaban las malas noticias: estos grupos de crimen organizado han “contratado capacitadores iraníes para capacitar a sicarios en campos que tienen en la frontera de México con Estados Unidos”.
Ahora, yo me imagino que algunos de ustedes sospecharán de la veracidad de esta información por el hecho de que proviene del gobierno de Estados Unidos, que es uno de los países que en este momento se encuentran en un enfrentamiento abierto con el gobierno iraní por su decisión de continuar con su programa de desarrollo de energía nuclear, que muchos temen será para uso bélico, no energético, como los iraníes afirman.
En un reportaje especial para mi programa de televisión Seguridad Total, varios expertos expresaron su preocupación ante la posibilidad de que México empezara a sufrir atentados terroristas. El ex director de la Unidad Antiterrorista de la CIA, Robert Grenier, nos comentó que “hay muchas razones para estar preocupados. Existen grandes organizaciones que tienen muchas capacidades y me parece que es solamente una cuestión de tiempo para que cambien sus tácticas, de que vayan de actividades criminales a algo que sea mucho más cercano a lo que se podría definir como terrorismo”.
México está en una situación delicada. Los diferentes grupos de crimen organizado se sienten acorralados, ya sea por las acciones del gobierno o por la competencia intestina y mortal que existe con otros grupos que compiten por rutas y espacios. Están masacrando a la población y tomando rehenes. No debe sorprendernos que ahora el crimen organizado use carros-bomba. Todas son actividades que usan los terroristas para amedentrar a la población.
En el caso de Sinaloa, los ciudadanos son escudos humanos. Y la posibilidad de que capacitadores vengan a México para proporcionar conocimientos en tácticas terroristas tampoco debería sorprendernos.
El problema fundamental es que, al igual que todos los delitos en este país, se puede masacrar a menores, se puede hacer uso de carros-bomba y se puede tomar rehenes, y no pasa nada. Entonces, ¿por qué nos sorprendería que terroristas vinieran a México a dar clases, como pasa en otras partes del mundo? ¿Quién los va a detener?
www.anamariasalazar
salazaropina@aol.com
Analista política
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