CONFIANZA EN RIESGO
domingo, 29 de junio de 2008
Si la reforma para abrir PEMEX al capital privado se impone en el Senado con la “compra” de los once votos que le hacen falta al PAN para lograr la mayoría requerida, quedará claro que se impuso la fuerza y se acabará con la confianza política mínima que aún queda, advierte el escritor Carlos Monsiváis
“Si se da una imposición no habrá diálogo nacional de ninguna manera, porque quedará claro que aquí todo se resuelve por la fuerza y las armas de la compra, que también son armas”, dijo ayer Carlos Monsiváis. (LA JORNADA)
MEXICO, D.F., 28 de junio (LA JORNADA).- Si la reforma para abrir Petróleos Mexicanos (PEMEX) al capital privado se impone en el Senado con la “compra” de los once votos que le hacen falta al PAN para lograr la mayoría requerida, quedará claro que se impuso la fuerza y se acabará con la “confianza política mínima” que aún queda, respondió el escritor Carlos Monsiváis, al participaren en el primer foro abierto sobre la reforma energética, organizado por el grupo Farándula.
Resaltó que hay “un debate nacional” muy serio sobre el petróleo, que la sociedad abrió al considerar que debe intervenir en todo aquello que le concierne. Es un debate, dijo, que “está incorporado ya a las buenas costumbres”, y ha sido particularmente fértil porque ha probado que el ejecutivo mandó un proyecto para reformar PEMEX, sin bases de sustentación.
En lugar de baile, los ciudadanos que hoy asistieron al Salón los Ángeles, cuestionaron las iniciativas del espurio Felipe Calderón sobre PEMEX y formularon varias inquietudes que respondieron, al igual que Monsiváis, los académicos Arnaldo Córdova y Rolando Cordera y el especialista en temas energéticos, Antonio Gershenson.
El foro organizado por Farándula, una organización conformada por profesionales del medio artístico, lleva por nombre “Petróleo para principiantes, todo lo que siempre quisiste saber y no te atreviste a preguntar” y permitió a hombres y mujeres de todas las edades expresar muchas de sus dudas, sobre la veracidad de la propagada oficial sobre PEMEX, en especial si es cierto que el petróleo se va a acabar pronto, pero también en torno a la preocupación por el riesgo de que el PAN logre “convencer” a once senadores del PRI o de otros partidos para que apoyen su reforma.
“Sabemos que quieren maicear” a los legisladores, que habrá “cañonazos” de dinero, inquirieron algunos de los participantes.
El economista y politólogo, Rolando Cordera, expuso que no considera que la compra de legisladores pueda funcionar “y no porque los maiceables sean muy decentes”, sino porque la mayoría de los políticos están viendo al 2009 e incluso al 2012 y no están dispuestos a cargar “con la loza de una imposición”.
Por su parte, Monsiváis expresó que no es desde luego un despropósito, que bien podría darse ese escenario, pero precipitar la votación sería un desastre porque “está en juego la credibilidad de una sociedad”.
“Si se da una imposición de este tipo, no habrá diálogo nacional de ninguna manera, porque quedará claro que aquí todo se resuelve por la fuerza y las armas de la compra, que también son armas”.
Antes, durante una intervención inicial, el escritor resaltó que en este 2008 se rebasaron aquellas ideas de siglos pasados, resumidos en la frase “desdichado pueblo mexicano, callar no puede, obedecer no quiere” o más recientes, como una respuesta del ex presidente Zedillo: “los pobres no votan”, y se rebasó también la tesis de “los dirigentes de los expertos”, quienes sostuvieron que no tocaba a la población opinar porque estaba fuera de sus capacidades”.
Si la reforma para abrir PEMEX al capital privado se impone en el Senado con la “compra” de los once votos que le hacen falta al PAN para lograr la mayoría requerida, quedará claro que se impuso la fuerza y se acabará con la confianza política mínima que aún queda, advierte el escritor Carlos Monsiváis
“Si se da una imposición no habrá diálogo nacional de ninguna manera, porque quedará claro que aquí todo se resuelve por la fuerza y las armas de la compra, que también son armas”, dijo ayer Carlos Monsiváis. (LA JORNADA)
MEXICO, D.F., 28 de junio (LA JORNADA).- Si la reforma para abrir Petróleos Mexicanos (PEMEX) al capital privado se impone en el Senado con la “compra” de los once votos que le hacen falta al PAN para lograr la mayoría requerida, quedará claro que se impuso la fuerza y se acabará con la “confianza política mínima” que aún queda, respondió el escritor Carlos Monsiváis, al participaren en el primer foro abierto sobre la reforma energética, organizado por el grupo Farándula.
Resaltó que hay “un debate nacional” muy serio sobre el petróleo, que la sociedad abrió al considerar que debe intervenir en todo aquello que le concierne. Es un debate, dijo, que “está incorporado ya a las buenas costumbres”, y ha sido particularmente fértil porque ha probado que el ejecutivo mandó un proyecto para reformar PEMEX, sin bases de sustentación.
En lugar de baile, los ciudadanos que hoy asistieron al Salón los Ángeles, cuestionaron las iniciativas del espurio Felipe Calderón sobre PEMEX y formularon varias inquietudes que respondieron, al igual que Monsiváis, los académicos Arnaldo Córdova y Rolando Cordera y el especialista en temas energéticos, Antonio Gershenson.
El foro organizado por Farándula, una organización conformada por profesionales del medio artístico, lleva por nombre “Petróleo para principiantes, todo lo que siempre quisiste saber y no te atreviste a preguntar” y permitió a hombres y mujeres de todas las edades expresar muchas de sus dudas, sobre la veracidad de la propagada oficial sobre PEMEX, en especial si es cierto que el petróleo se va a acabar pronto, pero también en torno a la preocupación por el riesgo de que el PAN logre “convencer” a once senadores del PRI o de otros partidos para que apoyen su reforma.
“Sabemos que quieren maicear” a los legisladores, que habrá “cañonazos” de dinero, inquirieron algunos de los participantes.
El economista y politólogo, Rolando Cordera, expuso que no considera que la compra de legisladores pueda funcionar “y no porque los maiceables sean muy decentes”, sino porque la mayoría de los políticos están viendo al 2009 e incluso al 2012 y no están dispuestos a cargar “con la loza de una imposición”.
Por su parte, Monsiváis expresó que no es desde luego un despropósito, que bien podría darse ese escenario, pero precipitar la votación sería un desastre porque “está en juego la credibilidad de una sociedad”.
“Si se da una imposición de este tipo, no habrá diálogo nacional de ninguna manera, porque quedará claro que aquí todo se resuelve por la fuerza y las armas de la compra, que también son armas”.
Antes, durante una intervención inicial, el escritor resaltó que en este 2008 se rebasaron aquellas ideas de siglos pasados, resumidos en la frase “desdichado pueblo mexicano, callar no puede, obedecer no quiere” o más recientes, como una respuesta del ex presidente Zedillo: “los pobres no votan”, y se rebasó también la tesis de “los dirigentes de los expertos”, quienes sostuvieron que no tocaba a la población opinar porque estaba fuera de sus capacidades”.
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